La familia Meseguer Ortuño
Jerónimo Meseguer y Josefa Ortuño se trasladan de Orihuela a Elche a principios de la década de 1950; allí adquieren un puesto de venta en el Mercado Central de Elche. Durante aquellos años el negocio comienza a ampliarse y a vender patatas a pequeños comercios e industria del frito. Para finales de la década, la incipiente sociedad comienza a comprar y producir patatas en Valladolid, Teruel, Soria o Segovia y se enraíza la relación profesional y personal con Don Albano Rico, con cuya descendencia (hijos y sobrinos) aún siguen trabajando en la producción de patatas para Meseguer.
Los primeros pasos
Comienza un periodo en el que el modelo de negocio era producir y comprar variedades de patatas para fritos. Es así como se se establece una fructífera relación personal y profesional con Luis Matutano, fundador de Matutano en 1965. Durante los años ´60, Jerónimo Meseguer Ortuño decide viajar a Suiza para trabajar y aprender sobre la industria patatera en Europa. Pasó tres años documentándose y trabajando muy duro. A su regreso impulsó una visión más moderna del negocio, usando el envasado en malla con maquinaria aún muy rudimentario, pero completamente pionero en la época.
El desarrollo
Hasta finales de la década de 1970 la línea de negocio siguió siendo la industria del frito. No obstante, ya se envasaba para pequeños comercios, supermercados e hipermercados que, para finales de los ´70, empezaron a establecerse y crecer en toda España. Es así como aparecen los primeros clientes relacionados con el comercio minorista: Pryca (1977); Simago (1980); Mamut (1982); Continente (1983). En la primera mitad de los años ´70 se realizan varios viajes a Barcelona y Francia para aprender el envasado y lavado de patata más puntero. Es aquí cuando la sociedad adquiere la primera maquinaria enfocada al sector del comercio minorista: pesadoras, envasadoras… Se adquiere un nuevo almacén en San Fulgencio con más de 1000 m2, y empieza una década, la de los ´80, en la que el impulso del negocio es especialmente intenso.
El crecimiento
Comienza la 5º generación de la familia y con ella la adquisición de nuevas y más grandes instalaciones: 7100 m2 de parcela y una nueva nave de más de 2500 m2. Los ´80 son años de grandes inversiones y crecimiento masivo. Se moderniza la maquinaria y aparece la primera lavadora automática de patatas. Los supermercados comienzan a demandar otros productos y es cuando se abren nuevas líneas de negocio para suministrar melón, sandía o fresa, se adquiere una nueva flota de camiones, una instalación nueva para cítricos y otra para cebollas… Lamentablemente, en 1989 fallece Jerónimo Meseguer, dejando una visión del negocio muy adelantada a su época y un gran vacío en la familia.
La consolidación
El modelo de negocio se adapta a unos años muy cambiantes. Aparecen nuevos clientes como Carrefour, Aldi o Lidel, y comienza la exportación internacional a países como Inglaterra, Bélgica, Alemania o Italia. Los ´90 son años en los que Patatas Meseguer alcanza un enorme grado de consolidación en el mercado; un impulso que aún será más grande en las dos décadas siguientes.
Sostenibilidad
Comienza una década de inversión en la calidad y la sostenibilidad. Se adquieren nuevas instalaciones, maquinaria y pesadoras. Es una época en la que se busca reducir la llamada “huella hídrica”, por lo que se procede ya al tratamiento del agua con ozono (un sistema mucho más eficiente para el lavado de las patatas) y se adquiere una depuradora de aguas para reducir el consumo hídrico. En esta época comienzan las certificaciones de calidad como la ISO 9001 y la preparación para alcanzar el máximo grado de eficiencia y desarrollo sostenible.
Certificaciones de calidad y desarrollo
Se adquieren nuevas instalaciones en Aspe (más de 5000 m2) y en Elche (2500 m2), añadiendo a la producción cebolla, cítricos y otras frutas y verduras. Llegan las certificaciones Global GAP (seguridad y buenas prácticas en la agricultura), Global GASP (buenas prácticas agrícolas), IFS (actividades logísticas) y SMETA (prácticas empresariales éticamente responsables).